jueves, 18 de octubre de 2012

Posponer la alarma para dormir ‘un ratito más’ arruina su sueño

El botón de repetición (o snooze en inglés) del reloj es uno de los pequeños lujos de la vida, y hace fácil que se engañe pensando que todo lo que necesita son algunos minutos más de cama. A lo sumo es una muleta psicológica, y en el peor de los casos, arruina la química de tu cerebro para todo el día. Además, jamás ayuda a obtener un descanso extra real.

¿Por qué quiere volver a dormirse después de haberse despertado? Durante el inicio del sueño, su cuerpo libera serotonina al torrente sanguíneo, un neurotransmisor comúnmente asociado con el bienestar y la felicidad que calma el cuerpo y proporciona la sensación de satisfacción que nos inunda como nos relajamos al dormir. Entonces no es de extrañar que apretar el botón de “snooze” se sienta tan bien.

Sin embargo, no es una bendición tener el cuerpo bombeado de serotonina. A lo largo de la noche, estos químicos vertidos a su torrente sanguíneo cambian.

El adulto promedio necesita de 7 a 9 horas de sueño por noche, y aunque la cantidad exacta varía de persona a persona, su cuerpo sabe cuando ha tenido suficiente, así que bombea dopamina para suprimir la sensación de somnolencia y prepararse para despertar.

Cuando pulsa el botón de repetición y se vuelve a dormir, el goteo de dopamina vuelve a empezar y su cuerpo se convierte en una coctelera de químicos, ya que los neurotransmisores se confunden y hacen efectos contradictorios. Apretar el snooze puede liberar ciertas sustancias químicas para sentirse bien, pero al final lo que hace es mandar a tu cuerpo a diferentes direcciones. Esto es lo que te hace sentir desorientado y que te sea difícil ponerse en marcha.

Una creencia general sobre el botón de repetición de la alarma es que esas cortas dormidas van a ayudar al cuerpo a descansar. Pero los estudios sobre la fragmentación del sueño sugieren lo contrario: el sueño que se interrumpe cada minuto o cada diez puede conducir a la "alteración diurna relacionada con la falta de sueño”.  En otras palabras, tiene menos valor el sueño interrumpido, que puede generar alteraciones en la memoria, en el tiempo de reacción, en la comprensión y en la atención.

Lo que puede hacer

Si está cansado al despertar cada mañana, es hora de enfrentar la realidad: No está durmiendo lo suficiente y ninguna cantidad de minutitos extras van a arreglar esto. El mejor consejo es ir a la cama más temprano hasta que naturalmente se despierte justo antes de la alarma. Así sabrá que está recibiendo todo el sueño que su cuerpo necesita.

Pero ¿a quién engañamos? Sería bueno vivir sin despertador, pero eso probablemente no va a suceder. Si la tentación del botón de repetición de alarma es demasiado alta, podría al menos tratar de minimizar los efectos negativos que tiene.
Así que siga el ejemplo de los expertos en sueño fragmentado, que sugieren que la longitud óptima de una siesta es de alrededor de 20 minutos. Con menos que eso, se obtienen pocos beneficios y con más, se corre el riesgo de caer en el sueño profundo, lo que hará que se te haga más difícil despertarte. Tomarse una siesta no es lo ideal, pero es menos perjudicial que unos minutos “de más” cada mañana posponiendo la alarma.

De: contexto.com.ar

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