En el siglo XII, el físico y filósofo Maimónidesya recomendaba el caldo
de pollo como tratamiento contra el resfriado común.
Unos
investigadores del Centro Médico de la Universidad de Nebraska (EE UU) han
demostrado recientemente que tenía la razón. El fundamento científico es que el caldo de pollo dificulta el
movimiento de unas células del sistema inmune llamadas neutrófilos,
que acuden a los lugares infectados y liberan enzimas que no solo destruyen virus y bacterias, sino que
también fomentan la liberación de mucosidades y atacan a células del propio
organismo, provocando la inflamación de los tejidos. De este modo, la sopa de
pollo reduciría los molestos síntomas propios de los resfriados, reduciendo la
inflamación de la garganta y de las mucosas nasales sin que por ello disminuya
la actividad antiviral de nuestro sistema inmune.
¿Cuál es entonces la receta de este alimento
apodado "penicilina de la
abuela"? Según publicaban los autores del estudio en la
revista Chest, debe llevar
pollo, cebollas, patatas, zanahorias, nabos, perejil, sal y pimienta. Y los
ingredientes deben cocinarse durante al menos una hora.
Otro reciente estudio realizado en Japón ha
revelado que la sopa de pollo también ayuda a reducir la
presión arterial.
dE:
muyinteresante.es
0 comentarios:
Publicar un comentario