Si no va a renunciar a pasar buena parte
del día subida a unos tacones, consiga
darle un descanso a sus pies con tres sencillos ejercicios que se pueden hacer
en casa y no toman más de diez minutos. Le ayudarán a ejercitar los músculos del pie y a
darles un respiro de la postura incómoda y antinatural a la que obliga unos
tacones de más de cinco centímetros.
1. Para estirar los músculos y mejorar el equilibrio.
Recoja un calcetín del suelo usando solamente los dedos de los pies para agarrarlo, sostener el calcetín unos diez segundos y soltar. Repetir cinco veces con cada pie.
2. Para estirar y fortalecer los músculos y huesos del pie.
Envuelva los cinco dedos de los pies en una banda elástica. Estira los dedos haciendo fuerza contra la banda y manténga el movimiento durante 5 segundos. Repetir cinco veces con cada pie.
3. Para estirar el pie, fortalecer los gemelos y mejorar el equilibrio.
Colóquese cerca de una puerta o de una barra de madera, e intente sostener el cuerpo sobre uno de sus pies, y luego sostenerse sobre los dedos manteniendo el equilibrio en un solo pie. Manténgase durante 10 segundos. Repita 10 veces con cada pie.
Una vez terminado los ejercicios, recompense su trabajo con una masaje con una bola fría. Se trata simplemente de meter una bola de goma en el congelador, y luego, sentada en una silla, colocar la pelota debajo de la planta del pie y desplazarla desde el talón a la punta y viceversa, apretando la pelota con la planta para conseguir un masaje profundo.
1. Para estirar los músculos y mejorar el equilibrio.
Recoja un calcetín del suelo usando solamente los dedos de los pies para agarrarlo, sostener el calcetín unos diez segundos y soltar. Repetir cinco veces con cada pie.
2. Para estirar y fortalecer los músculos y huesos del pie.
Envuelva los cinco dedos de los pies en una banda elástica. Estira los dedos haciendo fuerza contra la banda y manténga el movimiento durante 5 segundos. Repetir cinco veces con cada pie.
3. Para estirar el pie, fortalecer los gemelos y mejorar el equilibrio.
Colóquese cerca de una puerta o de una barra de madera, e intente sostener el cuerpo sobre uno de sus pies, y luego sostenerse sobre los dedos manteniendo el equilibrio en un solo pie. Manténgase durante 10 segundos. Repita 10 veces con cada pie.
Una vez terminado los ejercicios, recompense su trabajo con una masaje con una bola fría. Se trata simplemente de meter una bola de goma en el congelador, y luego, sentada en una silla, colocar la pelota debajo de la planta del pie y desplazarla desde el talón a la punta y viceversa, apretando la pelota con la planta para conseguir un masaje profundo.
dE: hoymujer.com
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