“Vale más ocho bomberos enseñando el culo que una manifestación contra los recortes” — Javier Piedra, bombero español que protestó contra las políticas económicas del gobierno al desnudo el pasado mes
Ante la duda o la baja concurrencia: deshágase de los pantalones. Bien podría ser esa la prédica máxima de quienes deciden mandar un mensaje frente al mundo con el arma natural más subversiva: el cuerpo.
Las manifestaciones al desnudo no son algo nuevo. El uso de la piel como arma de protesta ha sido documentado desde principios del siglo XX, pero fue hasta los sesenta que su uso se masificó.
En plena efervescencia contracultural, John Lennon y Yoko Ono fueron quienes de manera más efectiva rompieron la barrera entre sus partes privadas y un asunto público.
El sexo vende. Eso lo sabía perfectamente Lennon, quien no encabezó una protesta de millares sobre las avenidas de Londres, sino que le bastó con invitar a la prensa a su cuarto de hotel (donde charlaría desnudo, en compañía de Yoko, con los medios) para que su mensaje tuviera una arepercusión global. Hoy, 43 años después, lo seguimos recordando. ¿Qué protesta no querría lo mismo?
Minimalismo al protestar
Así se popularizó el círculo virtuoso de la carne: no necesitas contar con millones ni estar armado; con el simple hecho de desprenderte de la ropa lograrás captar la atención de los ciudadanos, los medios, la policía y el gobierno, quienes a su vez terminan pareciendo torpes uniformados contra el indefenso encuerado.
Pues en nuestros tiempos multimedia y audiovisuales, las manifestaciones buscan notoriedad, la cual otorgan los medios, quienes se ven atraídos invariablemente hacia lo vistoso y editorialmente atractivo de una protesta al desnudo.
Para ejemplo, el grupo de ucranianas quienes recientemente protestaron en contra de la prostitución en su país, aprovechando el contexto y la atención mundial y mediática en la nación por la Eurocopa. Fue imposible para los periódicos resistir la tentación de imprimir las fotografías de bellísimas mujeres en cueros.
Es un estilo minimalista de protestar. Lo encontramos también en campañas de las ONG como PETA, la asociación que pugna por el tratamiento ético de los animales y que bajo el famoso eslogan “antes desnuda que usando pieles de animal” ha hecho que celebridades como Naomi Campbell o Pamela Anderson aparezcan en cueros en sus desplegados.
La finalidad de cualquier manifestación es la de hacer ruido en favor de una causa, y en ese sentido, desnudarse se vuelve una opción sumamente atractiva. Lo volvieron a comprobar los bomberos en España, quienes protestando en contra de los recortes presupuestales de su gobierno, se deshicieron de sus uniformes y lograron ser la nota en un día de manifestaciones que incluyó muchas otras demandas.
Ahora sabemos que hay bomberos inconformes en España. Seguramente están pensando en la segunda regla de oro de las protestas en cueros: entre menos ropa, más cobertura.
Otras protestas al desnudo:
1. Greenpeace: en 2007, 600 personas se despojaron de sus prendas en un glaciar de los Alpes suizos para alertar al mundo acerca del calentamiento global.
2. En Brasil, cientos de estudiantes marcharon desnudos o con poca ropa en la Universidad de Bandeirante en São Paulo para protestar por la expulsión de Geysi Arruda, quien había sido dada de baja por usar una minifalda.
3. En Alemania, miembros del Partido Pirata llegaron desnudos a diferentes aeropuertos de la nación bávara para protestar en contra de los escáneres corporales y las medidas de seguridad.
De: reporteindigo.com
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