Los tatuajes de la princesa siberiana Ukok, una mujer que murió a los 25 años de edad, salen a la luz.
Tenía tatuajes en los hombros, la espalda, los brazos y los dedos de las manos, y en las piernas.
Habría ocupado un lugar excepcional en su tribu y fue enterrada junto a dos hombres soldados.
Es uno de los descubrimientos que más ha llamado la atención de la comunidad científica, sobre todo por el buen estado de conservación de las pinturas. Se trata de los tatuajes descubiertos en el cuerpo de una mujer de la tribu nómada de los Pazyryk, de los cuales ya se tenía constancia en el siglo V antes de Cristo gracias al historiador griego Heródoto.
Son los tatuajes mejor conservados y más elaborados descubiertos hasta la fecha, que incluyen criaturas mitológicas y que, según los expertos, harían referencia a la posición social de la persona que los llevaba en su cuerpo. En este caso, se trata de la que se ha dado en llamar princesa Ukok, según el diario The Siberian Times, y cuya momia, descubierta hace 19 años, permanecerá a partir de ahora en una urna de cristal en el Museo Nacional de Gorno-Altaisk, en Mongolia. Eventualmente, podrá ser expuesta al público.
Los tatuajes de Ukok, y en general de todos los hombres ancestrales, se hacían con pintura mezclada con la ceniza de plantas quemadas. Después, se introducían en la piel pinchando con una aguja y se frotaba con una mezcla de cenizas y grasa.
La princesa Ukok era una mujer de unos 25 años, cuyo cuerpo fue descubierto en el macizo de Altái, en Asia central, enterrado entre dos hombres, se cree que soldados, y flanqueada por seis caballos, los encargados de hacerla llegar al otro mundo. Los tatuajes que lleva por todo su cuerpo, incluidos hombros, espalda, piernas y dedos, hacen pensar que era una mujer con una importante posición social en su tribu.
Era una mujer excepcional
Los investigadores aseguran que, aunque los medios llaman a Ukok princesa, no se puede decir que lo fuera en realidad, aunque la forma de su enterramiento sí indica que era una mujer especial, probablemente de la estirpe de los chamanes. Y es que estaba enterrada sola, sin otras mujeres, lo que hace pensar que era célibe, algo típico de las personas dedicadas al culto, y que además significaba su independencia.
Asimismo, estaba vestida con una tela de seda china, algo que sólo se encontraba en la 'realeza' de los Pazyryk por ser casi más cara que el oro. Sin embargo, no era noble porque no tenía armas con ella en el enterramiento.
Los expertos aseguran que los tatuajes eran una forma de identificar el estatus de una persona. Cuantos más tatuajes tenía, más mayor era y mayor rango social había adquirido en la tribu. Los tatuajes, además, eran una forma de expresar los sentimientos y los pensamientos. Asimismo, los Pazyryks creían que los tatuajes les ayudarían a identificarse entre ellos en la otra vida después de muertos.
No se ha podido determinar la causa de la muerte de Ukok, ya que sus órganos fueron extraídos de su cuerpo antes de ser momificado, aunque no presenta lesiones externas ni sus huesos están rotos. El interior del cuerpo estaba lleno de hierbas y raíces, según The Siberian Times, y tenía la cabeza rapada, con una peluca de pelo de caballo. Tampoco se ha podido determinar a qué edad comenzó a hacerse los tatuajes.
dE: teinteresa.es
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