El mundo entero no olvida a uno de los íconos del siglo XX, representante de la historia de la música popular y toda una leyenda del rock.
La vida de Presley fue la encarnación del sueño americano: la historia de un joven blanco de clase humilde en el sur de Estados Unidos que consigue llegar a lo más alto.
Elvis Aaron Presley tenía 42 años cuando murió hace 35 años y desde entonces su veneración ha ido en ascenso. Ayer, a unas horas de que se recuerde el día en que fue hallado muerto, en el baño de su casa, su ex mujer Priscilla Presley se subió a un escenario en Memphis y relató a los fans de todo el mundo la época que vivió al lado del músico. Con ella, Lisa Marie, la única heredera del inmortal ‘Rey del Rock’.
La infancia de Elvis fue pobre. Incluso, su familia llegó a vivir de la caridad de los vecinos, especialmente de aquellos devotos cristianos que invitaban a los Presley cada domingo a cantar en la iglesia.
Pero si el niño nació en la pobreza, el artista vio la luz del mundo con el ritmo del góspel: a pesar de sus ojos azules, cada domingo cantaba con una vibración de garganta similar a los coristas negros.
Amaba la música y, siendo adolescente en busca de un camino, soñaba con hacer dinero, ingresar a una banda, irse de gira y hacer que sus canciones sonaran en la radio. Pero antes recibió varios portazos en la cara hasta que el productor Sam Phillips, propietario de Sun Records, vio en él las condiciones de un fenómeno musical que bien podría explotarse y comercializarse con un nuevo rostro. No se equivocó.
Elvis era el indicado: su belleza de galán de cine y su cabello negro peinado con vaselina resultaron irresistibles para las chicas, además de un estilo a imitar por los varones.
Como un afroamericano, conocía y dominaba una gran variedad de géneros musicales como el rhythm and blues y el country, dando como resultado el trepidante tempo del rockabilly; además, tenía todas las energías de sus hormonas fluyendo en cada uno de sus pasos.
El ocaso de su carrera, sus adicciones y su vertiginosa vida amorosa son parte de otra historia. Lo cierto es que pese al tiempo su imagen y recuerdo siguen generando envidiables cifras que más de un vivo quisiera tener.
Claves
La casa en que vivió, Graceland, recibe a miles de fans en el mundo. Después de la Casa Blanca, la morada es el sitio más visitado por los turistas en Estados Unidos.
El culto también llega hacia los objetos de Presley. Ayer, la casa de subastas Heritage vendió unas gafas que usó durante un concierto en el hotel Hilton de Las Vegas a 22.500 dólares.
dE: larepublica.pe
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