La psicoterapeuta Gabriela Flores, de la Universidad Nacional Autónoma de México, asegura que una persona puede darse cuenta de que su relación no marcha sobre ruedas si pone a tención a unos cuantos detalles.
¿Los principales? Vamos a verlos.
La falta de disposición.
Claro, una de las señales más obvias de que ya no quiere estar usted es que no hace ningún esfuerzo por verla(o). Siempre está sumamente ocupado(a), no le llama por teléfono a pesar de que quedó en hacerlo. Si se ven, no pone interés en usted, le ignora o realiza otras actividades mientras están juntos.
No se involucra en sus problemas ni en sus proyectos.
Antes, cuando pasaba la mas mínima cosa él (ella) corría para auxiliarte. Ahora, “nunca puede” asi tenga un problema grave como un choque, una cirugía o un problema familiar. Si tiene un acontecimiento importante, no muestra interés.
No habla del futuro.
Antes, hablaba de “estar juntos toda la vida”. Ahora, cada vez que toca el tema de una boda o de vivir juntos, pone mil pretextos.
Peleas.
Pelea por todo y habla solo de tus defectos. Le echa la culpa de su desinterés y el deterioro de la relación.
Impuntualidad.
Además de que no pone de su parte para planear alguna actividad para verse y estar juntos, llega tarde a las citas y malhumorado(a).
Nada de detalles.
Deja de tener detalles contigo. Se acaban las flores, las notitas, los mensajes para desearte un buen día.
Deja de involucrarte en las actividades que lleva a cabo con sus amigos(a).
Sale con sus amigo(a)s y no invita. Y lo peor, sus salidas son en los días que le dedicaba a ud.
Pide su “espacio”.
Cada vez se ven con menor frecuencia. Poco a poco se aleja. Establece horarios específicos para encontrarse y si le pide que se vean en los días que están fuera del “horario establecido” pone pretextos. Solo está bien con usted cuando tienen relaciones sexuales, después de eso no pone interés.
Tiene otras prioridades.
Lavar su ropa, adelantar trabajo en casa, ver un partido, ir a comprar la despensa con su mamá y una larga lista de actividades son más importantes que verse.
Charlas sin rumbo.
Ya hablaron. Ud. hace propuestas para que la relación funcione y a pesar de que dice que lo hará y tiene un detalle mediático, el círculo vicioso vuelve a formarse. Una y otra y otra y otra vez… Si con estas señales no se da cuenta, quien está mal no es él, si no usted… ¡Reaccione! Su pareja le está pidiendo a gritos que terminen, pero tal vez no se lo dice por miedo o cobardía.
AFP
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