martes, 4 de diciembre de 2012

¡Así era el cerebro de Einstein! Destapan sus secretos

Durante años, el cerebro del físico estuvo en manos de un doctor que se encargó de partirlo en pedacitos para realizar un mejor estudio del mismo

 Albert Einstein es uno de los hombres más significativos de la humanidad, al considerarle como el científico más importante y sobresaliente de todo el siglo XX, gracias a sus trabajos y hallazgos realizados en el ámbito de la física y la energía, los cuales le hicieron acreedor a un Premio Nobel en 1921.
Einstein dejó sin luz al mundo el 18 de abril de 1955, un día después de haber sufrido una hemorragia interna bastante grave, a consecuencia de un aneurisma de la aorta abdominal mal atendido.

Su muerte y lo que vino después, estuvo lleno de un misterio, un patrón similar a lo que fue toda su vida. No habían pasado ni 24 horas de su fallecimiento, cuando su familia decidió cremarlo. El doctor Thomas Harvey fue el encargado de preparar el cuerpo para ello, sin saber lo que este hombre le haría al cuerpo del físico.

 El médico, durante la autopsia, le extrajo el cerebro a Einstein y lo conservó en un frasco con formol, esto con la intención de observarlo y fotografiarlo durante unas semanas, con la intención de encontrar alguna particularidad o anomalía que pudiera ser la explicación del por qué de su alto grado de inteligencia.


Tiempo después, el doctor Harvey decidió seccionar la masa encefálica del científico en 240 pedazos, cada uno con una dimensión de no más de un centímetro cúbico.

Los hijos del creador de la teoría de la relatividad se enteraron del hecho y de inmediato, exigieron la devolución del órgano, algo a lo que el médico se negó rotundamente.

 Muchos años después, Thomas aceptó ceder gran parte a la comunidad científica para su estudio, entre los que destacan la Universidad de Princeton, institución en donde Einstein trabajó en sus últimos años de vida, así como a una neurocirujano llamada Marian Diamond, quien luego de estudiar el órgano, encontró mayor cantidad de células en la región parietal que en las de un cerebro masculino común y corriente, región que controla el pensamiento matemático y la capacidad cognitiva visual-espacial.

También hay investigadores que afirman que tenía más células de Glial, las cuales son el sostén de todo el sistema nervioso y por lo tanto, consumía más energía que el de una persona normal. Pero, ¿qué otros misterios encierra el cerebro de Albert Einstein?

 Investigadores de Canadá encontraron que el cerebro de Einstein era más ancho de lo normal y su peso era de 1.230 gramos, nada excepcional, y presentaba la combinación de rasgos simétricos con asimétricos, una característica que pocas veces se ve, pero que determina la habilidad para recordar ciertas sílabas o palabras.

Pero quizá el rasgo más significativo que pudiera dar respuesta a muchas interrogantes es que el cerebro de Einstein carece de un surco que atraviesa toda la zona parietal, lo cual pudo generar una mayor concentración de neuronas, las cuales se conectaban entre sí de forma sencilla, creando un tejido nervioso en el área mucho más expansivo e integrado.

El cerebro de Einstein, así como el de otros personajes famosos, será exhibido durante las siguientes semanas en Londres, como parte de la Wellcome Collection, apunta europapress.es, con la finalidad de desenvolver todo lo que encierra este órgano del cuerpo humano que durante décadas ha sido objeto de estudio.

dE: de10.com.mx

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