El gesto de
un policía de Nueva York que compró unas botas para un mendigo al que encontró
descalzo en Times Square ha conmovido a los neoyorquinos y causado furor en las
redes sociales después de que una turista capturara el momento en una
fotografía.
Foster
recordó en su mensaje que el oficial, cuya identidad se desconocía hasta que la
fotografía fue hecha pública en la red social, dijo al hombre que tenía “unas
botas de la talla 12″ para él y que le iba a ayudar a ponérselas y a cuidar de
él.
La mujer,
procedente de Arizona, estaba el 14 de noviembre en Times Square junto a su
marido y se estaba aproximando al hombre descalzo cuando DePrimo, de 25 años,
se adelantó con el calzado y ella fotografió el momento.
Esta
historia, que se produce en un contexto de preparación para las fiestas
navideñas, ha conmovido a las redes sociales y a los medios de comunicación.
Hasta ahora
la fotografía ha sido compartida en Facebook más de 122.300 veces, casi 390.000
personas han indicado que les “gusta”, y 27.300 han dejado un comentario, para
alabar y agradecer el comportamiento del agente en su mayoría.
Otros señalan
el contraste de este gesto con algunas actuaciones recientes de la Policía de
Nueva York que han sido consideradas abusivas o desproporcionadas, como un
polémico tiroteo que se produjo en agosto en esa misma plaza, Times Square, en
el que un hombre que blandía un cuchillo fue muerto de 12 disparos.
Tras
conocerse su gesto, DePrimo describió en una entrevista que recoge “The New
York Times” que esa noche se estaba “congelando, a pesar de llevar dos pares de
calcetines” y que “se podían ver las ampollas” en los pies del indigente, al
que calificó como “el caballero más educado” que se ha encontrado nunca.
Por ello,
DePrimo, tras averiguar el número de pie del hombre, entró en una zapatería y
compró unas botas “para todos los climas” que costaban 100 dólares y que un
empleado de la tienda, admirado por su buena disposición, le vendió por 75,
cediéndole el descuento del que disfruta por trabajar en el establecimiento.
El
benefactor, que lleva en el cuerpo de Policía desde 2010, le ofreció también un
café al hombre, quien “en cuanto tuvo puestas las botas, siguió su camino”,
mientras que él volvió a su puesto.
El presidente
de la agrupación policial Patrolmen’s Benevolent Association, Patrick Lynch,
subrayó en un comunicado que “este acto espontáneo de amabilidad hacia un
desafortunado es uno al azar de los miles de actos similares que hacen
rutinariamente para ayudar a la gente necesitada, aunque habitualmente pasen
desapercibidos”.
dE: EFE
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