Las personas podrían pensar que el sonido más molesto es el de las uñas en una pizarra, las sirenas, o los taladros, pero se comprobó que no hay ningún ruido más perturbador que el del quejido de un niño.
Un estudio
demostró que el llanto agudo de los niños entre dos años y los cuatro es uno de
los sonidos que genera más distracción, ganándole a otros ruidos infantiles y a
sonidos que se podría pensar que son molestos, según publicó la revista Wired.
Psicólogos de
la Universidad Estatal de New York y la Universidad de Clark, hicieron una
prueba en la que los participantes tenían que resolver problemas de matemáticas
mientras escuchaban distintos tipos de ruidos, entre los cuales estaban el
sonido de una motosierra, llanto de bebé, maquinaria y el quejido, entre otros.
Cuando
revisaron los resultados del estudio, los profesionales se pudieron dar cuenta
que la mayor cantidad de errores se presentaban durante el quejido de los niños
entre 2 y 4 años, resultando que en un minuto de ese llanto se equivocaban más
que en todos los otros ruidos juntos.
Según
expertos, este lloriqueo tiene como fin llamar la atención de los padres.
“nadie quiere sentarse a escuchar una sirena de bomberos, pero si escuchas la
sirena, prestas atención. Tiene que ser así de irritante, como el lloriqueo”,
dijo la psicóloga Rosemarie Sokol Chang a la revista Wired.
dE: contexto.com.ar
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