Ocurrió en la localidad de Nanchang,
China, que es sede de un festival religioso que atrae a miles de visitantes a
los templos de la ciudad.
Las autoridades del lugar, alarmados por
el aumento de mendigos que acuden al lugar para pedir ayuda a
los visitantes, no tuvieron mejor idea que “pedirles” que permanezcan en pequeñas jaulas,
como si fueran animales de un zoológico.
De esta manera, los necesitados de ayuda
están contenidos y agrupados todos en un mismo lugar y no fastidian a la gente
que concurre a los templos, que se sentían acosados por estas personas y sus
pedidos y lamentos.
El que desee, puede acercarse a
las jaulas y ayudar a estas personas con dinero o comida, y según los
organizadores de esta ultrajante medida para un ser humano, dicen que es mejor
para ellos estar allí y no en las transitadas y concurridas calles de la
ciudad.
Varios organismos de derechos humanos ya
pusieron el grito en el cielo por esta aberrante iniciativa de las autoridades
de Nanchang, y dijeron que esto es una humillación pública,
y que lo único que falta es que ahora esta pobre gente tenga que hacer alguna
gracia o truco para que le provean de alimentos, como sucede con animales en un
zoológico o un circo.
Las ideas de los seres humanos no dejan
de sorprender por el grado de irracionalidad y perversión… ¿Hasta dónde seremos
capaces de llegar?
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