Cuántos
riesgos corres. Un
reciente estudio de la Universidad de Concordia (EE UU) publicado en
Personality and Individual Differences concluía de que la proporción
entre la longitud del segundo y el cuarto dedo de la mano es un
indicador tanto de los niveles de exposición prenatal a la hormona
testosteronacomo de la predisposición a asumir riesgos eh hombres. Según
comprobaron Gad Saad y sus colegas, cuanto mayor es la exposición a la
testosterona antes de nacer más despacio crece el dedo índice en relación con
la suma del resto de los dedos de la mano, excluido el pulgar. Así, los
individuos con el dedo índice más corto son más proclives a arriesgarse tanto
en el terreno social como a la hora de ligar, en los deportes o en el ámbito de
las finanzas.
Las notas del cole. La proporción entre el dedo que usamos para señalar (índice) y el dedo anular puede ayudar a predecir los resultados escolares en primaria en niños de 7 años, de acuerdo con una investigación de la Universidad de Bath que publicaba British Journal of Psychology. Según los autores, esto se debe a que la mayor exposición a la testosterona, que en los dedos de la mano se traduce en un dedo anular más largo, también se asocia con un incremento de la destreza matemática y espacial. Por el contrario, cuanto mayor es la exposición a los estrógenos en la etapa fetal mayor es la habilidad lingüística (y más corto el dedo anular en relación con el índice).
Cáncer de próstata. Según un estudio dado a conocer en la revista British Journal of Cancer, los hombres con el dedo índice más largo que el dedo anular son un 33% menos propensos a desarrollar cáncer de próstata. Además, quienes tienen el dedo anular más largo son más propensos a sufrir esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa que causa una parálisis progresiva y que con frecuencia conduce a la muerte en dos años por fallo respiratorio.
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