El grupo
japonés Sony presentó este miércoles la PlayStation 4, su nueva consola de
videojuegos que integrará especialmente funciones sociales y el acceso a
contenidos más allá de los juegos tradicionales.
La
PlayStation 4, que sucederá a la PlayStation 3 (PS3) lanzada a finales de 2006,
representará “un cambio significativo”, prometió Andrew House, jefe de la
unidad de entretenimiento informático de Sony, durante un evento organizado
para la prensa en Nueva York.
El nuevo
dispositivo quiere ser “social”: un botón en su comando permitirá al usuario
compartir en directo el juego con sus amigos, que por su parte podrán hacer
comentarios o volar al rescate de un jugador en dificultades, según explicó
David Perry, director general del especialista de juegos en línea Gaikai, que
Sony compró el año pasado.
Según Perry,
los usuarios podrán acceder o jugar a juegos antiguos o recientes a través de
internet utilizando la PS4, los smartphones, las tabletas o la consola portátil
PS Vita.
La nueva
consola debería permitir también “acceder a una amplia gama de diversiones”,
aseguró, evocando principalmente la música o los vídeos, y precisando que el
grupo trabaja para lograr nuevas asociaciones como la del arrendador de videos
en línea Netflix.
Durante el
acto de presentación, Sony no concretó la fecha ni el precio de su lanzamiento.
Los
especialistas esperaban con ansias el anuncio de una PlayStation 4, sucesor del
PS3 que acumula 77 millones de unidades vendidas desde su lanzamiento, según
datos del instituto de investigación IDC.
Los
principales fabricantes de consolas de videojuegos se están abocando a
actualizar sus aparatos, ya que sus últimas versiones tienen más de seis años
de antigüedad.
La firma
japonesa Nintendo fue la primera en dar un paso adelante el año pasado al
presentar su Wii U, que reemplaza a su Wii, la revolucionaria consola que
amplió el público de los videojuegos gracias a su telecomando que detecta el
movimiento del jugador y que vendió 100 millones de unidades desde 2006.
No obstante,
la nueva versión no ha demostrado tener el mismo éxito. Nintendo informó a
fines de enero la venta de sólo 3,06 millones de ejemplares y revisó a la baja
sus previsiones de venta hasta fines de marzo: de 5,5 millones a 4 millones de
aparatos.
Los
especialistas esperan también que el tercer actor del mercado, el
estadounidense Microsoft, presente este año al sucesor de su Xbox 360, que
vendió 76 millones de ejemplares desde 2005, según IDC.
La competencia
feroz de celulares y tabletas
A pesar de
las innovaciones en las nuevas versiones, los fabricantes se enfrentan en los
últimos años a un mercado menos favorable con las consolas de videojuegos
tradicionales.
Así, no
obstante el éxito, las ventas del PS3 fueron inferiores al del PlayStation
original que salió a fines de 1994 (con 102,4 millones de unidades vendidas) y
del PS2, que se remonta a 2000 (155 millones).
Aunque el
público de los videojuegos se amplió en los últimos años más allá de los usuarios
ultra fanáticos y exigentes, los nuevos jugadores prefieren muchas veces otros
aparatos, como los teléfonos celulares y tabletas electrónicas con aplicaciones
muchas veces gratuitas.
Lewis Ward,
analista de IDC, sostiene que las tradicionales consolas lograrán conservar su
lugar en los hogares, gracias a una mayor oferta de servicios, como la
reproducción de películas o la emisión de televisión en streaming.
Si Sony
quiere impulsar a los consumidores a remplazar su consola actual “debe mostrar
juegos que convenzan a las personas (…) de gastar dinero”, afirma Mike Hickey,
analista de National Alliance Capital Market, para quien hacen falta títulos
más convincentes.
dE: AFP
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