Además de
ropas ultraresistentes a las manchas, el recubrimiento podría llevar a la
creación de prendas transpirables para proteger a los soldados y científicos de
sustancias químicas dañinas, y a pinturas impermeables muy avanzadas que
reduzcan drásticamente el lastre de los barcos.
Según
describen los investigadores en el Journal of the American
Chemical Society, las gotas de líquidos que normalmente dañarían nuestra
ropa o nuestra piel retroceden cuando tocan la nueva superficie
«superomnifóbica». «Prácticamente cualquier líquido que se eche sobre ella
rebota sin mojarla. En muchos otros revestimientos similares, líquidos como
aceites, alcoholes, ácidos orgánicos o disolventes orgánicos se adhieren a
ellos y podrían comenzar a difundirse y eso no es lo que queremos», explica
Anish Tuteja, profesor asistente de ciencias de los materiales e ingeniería y
autor principal de la investigación.
Más de cien líquidos
Más de cien líquidos
El equipo
evaluó más de 100 líquidos y solo encontró dos que fueron capaces de penetrar
en el revestimiento. Estos eran clorofluorocarbonos, químicos utilizados en
refrigeradores y acondicionadores de aire. En las demostraciones realizadas en
laboratorio, la nueva superficie repelió el café, la salsa de soja y el
aceite vegetal, además del ácido sulfúrico y otros tóxicos que pueden
quemar la piel. Tujeta dice quela capa también es resistente a la gasolina y
a diversos alcoholes.
El
recubrimiento es una mezcla de partículas de plástico elásticas de
polidimetilsiloxano o PDMS, y carbono, flúor, silicio y oxígeno. La capa se
adhiere a cualquier estrutura porosa sobre la que se aplique, creando una fina
red dentro de los poros. Entre el 95 y el 99% de la capa son bolsas de aire,
por lo que cualquier líquido que entre en contacto con el revestimiento apenas
tocará una superficie sólida.
Debido a que
el líquido toca simples filamentos de la superficie sólida, el nuevo
recubrimiento puede reducir drásticamente las fuerzas intermoleculares que
normalmente atraen a los dos estados de la materia juntos. «Normalmente, cuando
los dos materiales se acercan, insuflan una pequeña carga positiva o negativa
en el otro, y tan pronto como el líquido entra en contacto con la superficie
sólida empieza a propagarse», explica Tuteja. «Hemos reducido drásticamente la
interacción entre la superficie y la gota». De esta forma, las gotas permanecen
intactas, interactuan solo con sus propias moléculas. Mantienen una forma
esférica y, literalmente, rebotan en el recubrimiento.
La capa
repele tanto líquidos no-newtonianos, una categoría que incluye champús,
cremas, sangre, pinturas, arcillas y tintas de impresora, por ejemplo,
-líquidos que cambian su viscosidad en función de las fuerzas aplicadas sobre
ellos- como newtonianos, comoel agua y la mayoría de los otros líquidos,
cuya viscosidad permanece igual independientemente de la fuerza aplicada.
dE: abc.es
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