El periodista Germán Castro Caycedo siempre quiso escribir un libro sobre Pablo Escobar, pero por cosas del destino nunca pudo hacerlo. Sin embargo, en los años ochenta, buscando la manera de llevar a cabo su empresa, el escritor logró reunirse ocho veces con el capo para dilucidar una metodología que diera cuenta de la historia del narcotráfico según los recuerdos del propio Escobar.
En el libro ‘En Secreto’ quedaron registrados pequeños apartes. Castro Caycedo se valió sólo de su memoria porque, como él mismo cuenta, nunca grabó las entrevistas. Entre líneas se puede descubrir que muchos de los rumores que se crearon entorno a la figura y el mundo de Escobar fueron tan solo mitos. Estos son algunos de ellos:
3. Los asesores económicos de Escobar pudieron constatar que ‘Tranquilandia’, el laboratorio cocalero más grande de todos los tiempos, dio en sólo ocho meses de producción más utilidades que la compañía Coltejer en sus primeros veintidós años.
5. El emblemático vehículo Ford de 1938 que Escobar tenía en Nápoles y del cual se decía era de Al Capone, no era el mismo. La verdad es que el capo compró un Ford similar, de un modelo más reciente, y él mismo le disparó los balazos para que se asemejara más al verdadero.
6. Cuando Escobar importó los animales que poblaron la hacienda Nápoles ocurrió algo curioso: solo había comprado un hipopótamo macho y le faltaba la hembra. Por eso, a la semana siguiente compró el mamífero que le hacía falta para su arca de Noé. También es cierto que, luego de que las autoridades incautaran las cuatro cebras que traía, Escobar mandó pintar cuatro burros como si fueran cebras y los cambió por los animales decomisados que fueron a parar al zoológico de Medellín.
7. Cuentan que Escobar compró el edificio de Coltejer en Medellín como una promesa que de niño le hizo a su mamá, pero esto nunca se pudo confirmar. Lo cierto es que el capo compró la casa de Envigado donde vivió su infancia. La vivienda se la regaló a una anciana a quien le advirtió que debía mantenerla intacta, como la había dejado la familia Escobar Gaviria. Lo mismo ocurrió con la moto Lambretta, color gris y rojo, en la que empezó a delinquir el capo y su primo Gustavo Gaviria. El vehículo permaneció como una reliquia en los sótanos del edificio Mónaco hasta el decomiso de todos los bienes del narco.
8. Escobar escondió a Carlos Lehder en su hacienda de Puerto Triunfo. El último recuerdo que Castro Caycedo registra en sus memorias es el de un Lehder pobre, vestido como ‘Rambo’; de fusil, cuchillo, binoculares, con una pañoleta en la cabeza y viviendo con una mujer de rasgos indígenas.
9. Durante las ocho ocasiones en las que se reunieron capo y periodista, Castro Caycedo nunca lo vio tomando licor, su bebida favorita era una cerveza importada sin alcohol. Sin embargo, sagradamente, a las 3 de la mañana Pablo Escobar Gaviria fumaba un cigarrillo de marihuana, que por cábala, nunca traficó.
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